Sempasúchil
Lujo para los oídos, así fue el concierto de esta tarde de presentación de Sempasúchil.
La mayoría de los músicos busca ese nosequé inexplicable que late vivo debajo de las canciones. Eso que llaman duende, energía, magia. El genio que habita las melodías y se aparece cuando se le invoca bien, con el corazón tranquilo y la palabra justa. Hay discos que deben ser celebrados porque en ellos late esa sustancia caliente. Sucede aquí, en Sempasúchil, el disco que reúne a cuatro grandes músicos de la escena gallega alrededor de un puñado de buenas canciones. Un álbum de música instrumental en lenguaje pop grabado en una aproximación jazz, todos juntos en una idéntica respiración para atrapar esa atmósfera donde las melodías se hacen creíbles, donde lo improvisado y lo sentido se muestran en toda su sencillez. Porque lo sincero es hermoso y nada conmueve más que la música tocada desde el corazón conmovido del propio músico.