En la tarde de hoy, en un ABARROTADO Salón Noble del Liceo, tuvo lugar la presentación de la nueva novela de Stella Estrada, ‘‘Bajo el Limonero’’ . Un precioso acto en el que intervinieron Gustavo Garrido, Mauricio Chaves-Bustos y Lola Figueiras.
Gustavo hizo de mantenedor del acto, aún sin que dejara pasar la ocasión para hablar de la novela de Stella y de sus obras anteriores destacando su narrativa. Lola Figueiras destacó el valor de la amistad, el lenguaje de las obras de nuestra protagonista de hoy, y sobre todo Lola nos habló de la importancia de escuchar, de escuchar a los demás, la necesidad y la paciencia para escuchar. Por último Mauricio Chaves-Bustos, conocedor de la literatura hispano-americana, y en especial la Colombiana, hizo un repaso de toda esta literatura y de sus autores, muchos de ellos desconocidos para el público en general, pero que son la esencia e importantes en la narrativa de nuestra autora de hoy. Finalmente fue el turno de Stella Estrada, emocionada por la cantidad de amigos que le acompañaban hoy, dio las gracias a todos, y recordó a su familia, a su padre y a su madre que quiso acompañarle en esta tarde tan especial para ella. La aportación musical al piano a cargo de José Luis Fernández Carnicero, que interpretó una obra compuesta para Stella complementó brillantemente este acto.
Bajo el limonero, o cómo revisitar el Pacífico colombiano a través de una relación epistolar. Esta es la idea que mejor resume lo que el lector se encontrará si decide adentrarse en la novela de Stella Estrada: una obra que combina magistralmente la agilidad del género epistolar con la profundidad de la prosa que, aún desprovista de cualquier adorno superfluo, cincela con precisión quirúrgica y una inteligencia entre irónica y nostálgica los personajes y situaciones que pueblan sus recuerdos.
Un viaje, por tanto, en el espacio y en el tiempo, surfeando con hábil destreza las embestidas de los recuersos que, de cogernos desprevenidos, podrían conducirnos al naufragio cotidiano en el que pueden convertirse nuestras incursiones retrospectivas. La autora sabe llevarnos de la mano al escenario donde creció, donde echó raíces, y al que sabe regresar sin temor a perder el norte.