O Liceo de Ourense prosigue coa programación do ‘‘Ciclo recordando a…’’ personaxes da nosa cidade e provincia, nesta ocasión para lembrar unha das persoas máis singulares na historia da cidade de auria, Carlos Vázquez Rodríguez, e a súa LIBRERIA TANCO, lugar indiscutible de cultura e liberdade. O acto tivo lugar hoxe cunha mesa na que participaron, Xesús Alonso Montero; Manuel Peña-Rey; Gonzalo Sueiro; Luis Antonio Vázquez; presentando e introducindo como xa é habitual Delfín Caseiro.
O primeiro en intervir foi Luis Antonio Vázquez, irmán de Carlos, propietario tamén da Libreria Tanco, Socio do Liceo, que fixo un percorrido entrañable, familiar i emotivo da figura de seu irmán, facendo un percorrido pola súa vida vital e contando como se fraguou os inicios de Graficas Tanco.
A continuación foron Gonzalo Sueiro; Manuel Peña-Rey e Xesús Alonso Montero, os tres destacaron do noso homenaxeado o seu compromiso coa liberade, coa cultura, cos libros, a súa xenerosidade incluso pondo en perigo a súa integridade física nuns tempos oscuros e difíciles. Os tres relataron as súas vivencias o carón de Carlos Vázquez, e os tres reclamaron o recoñecemento das institucións e do concello para adicarlle unha rúa e recordar de por sempre a figura de Carlos Vázquez e a súa labor o frente da Libreria Tanco. Tamén quixo decir unhas palabras cheas de emoción e recordo Pilar a primeira empregada da Libreria.
O acto abriuse e pechouse cunha intrepretación musical o piano a cargo do directivo do Liceo de José Luis Fernández Carnicero.
Dende o Liceo damos as gracias os participantes deste acto, xunto, merecido e necesario.
Trascribimos el texto de Luis Antonio Vázquez, que refleja a la perfección la vida de Carlos Vázquez , desde el cariño de un hermano:
»Quiero agradecer la presencia de Vds. a este homenaje a la librería Tanco y a su creador mi hermano Carlos, homenaje al que como es natural faltan innumerables asiduos a la librería de entonces que han fallecido.
Quiero dar las gracias al Liceo y en especial a su gerente José Luis Troitina impulsor fundamental del evento.
En la mesa me acompañan tres buenos amigos de Carlos. El profesor Alonso Montero, Manolo Peña Rey y Gonzalo Iglesias Sueiro a quienes agradezco su presencia y testimonio.
Hace aproximadamente 70 años, mis hermanos Santiago y Carlos trabaron amistad con un impresor, Miguel Elizalde, propietario de una imprenta y papelería en la calle del paseo que buscaba socios para desarrollar su negocio.
Después de varias reuniones, mis hermanos deciden entrar en sociedad con la idea de derivar el negocio hacia una librería.
Carlos que era profesor de filosofía, le gustaban los libros y enseguida se entusiasmó con el proyecto.
En aquel entonces, había pocas librerías en Orense, que vendían sobre todo best sellers y libros de texto. Faltaban librerías especializadas hacia literatura de actualidad, política y cultural. La juventud estaba ávida de conocimiento e información de todo lo que ocurría en aquella oscuridad que hoy nos parece tan distante.
Al poco tiempo Elizalde decide abandonar la sociedad y fue entonces cuando entramos todos los hermanos Vázquez y se creó la empresa Gráficas Tanco”, como recuerdo al famoso impresor “Tanco” Naturalmente el gerente de la empresa sería Carlos.
Por razones de espacio ya que las existencias tendrían que ir aumentando, se decidió dejar la imprenta que se había quedado antigua y exigía una fuerte inversión en maquinaría más moderna, Además, la idea era potenciar la librería.
Se hizo una pequeña reforma donde había estado la imprenta.
Carlos, espíritu inquieto, enseguida tomó contacto con distintas editoriales suramericanas que editaban libros que aquí estaban prohibidos por el Régimen y que eran muy demandados por la juventud progresista y poco a poco se formó una clientela con inquietudes políticas.
Artistas, pintores, escultores y gente de la enseñanza que asistían diariamente a ver y comentar sobre la actualidad política.
En la parte posterior teníamos una trastienda, supuestamente oculta al público denominada “el Infiernillo” a la cual solo tenían acceso la gente denominada de confianza.
De todo esto os hablarán Peña y Gonzalo ya que formaban parte de los de “confianza” Carlos tuvo el acierto de buscar y encontrar a un colaborador como Manolo Bugallo recientemente fallecido que era un fenómeno. Bueno, inteligente, trabajador y con una memoria prodigiosa.
Enseguida se hizo con la actividad que el desconocía y con su fabulosa memoria encontraba el libro que se le demandaba entre todo aquel maremágnum de existencias.
Le acompañaba en la tarea Pili Viso persona fiel a la librería e imprescindible.
Carlos era un romántico de los libros, pero no era comerciante. Para él eran vehículos de cultura y conocimiento.
No los veía como mercancía para obtener beneficio que para él era secundario.
Todas las posibles ganancias se invertían en aumentar existencia, digo posibles ganancias por que estas eran escasas.
La Editoriales son las que obtenían beneficios a costa de los libreros, manejando su dinero. Supongo que esto seguirá así.
Se acomete nueva reforma, escaparate, iluminación, pavimento, etc. Y se incorpora mi hermana Gloría al negocio de forma continuada ya que Carlos estaba ya muy enfermo y no resistía el ajetreo diario del negocio.
Fallece Carlos en el año 72 después de una complicada operación de válvulas que le hicieron en Londres ya que aquí entonces no se hacían este tipo de intervención a corazón abierto. Hoy se hacen a miles en España.
Le acompañó a Londres su querido amigo Peña Rey que estuvo presente en la operación. Nunca olvidé, Manolo, todo lo que hiciste por mi hermano y el ánimo que le distes en momentos tan difíciles.
Con la muerte de Carlos, Tanco quedó huérfano. Carlos era irrepetible, optimista, alegre y de una agudeza y simpatía enormes.
Muchos de sus alumnos, todos ya jubilados, me hablan de sus clases y de los valores que les trasmitía desde su ideología de izquierdas. Fue una pena su muerte a los 50 años con las ganas enormes que tenía de vivir.
La librería sigue funcionando con su fama de subversiva (que palabra) hasta que la muerte del Dictador afloja las cosas que pasan a ser normales.
Se incorpora al negocio Moncho Martínez, otro buen fichaje que al lado de Manolo y Pilar se hace enseguida con el tema.
Transcurridos los años, por jubilación de mi hermana, fallecidos también mis otros hermanos Santiago y Rafael se decide ceder las existencia a Manolo, Moncho y Pilar que continuaron con Tanco en un nuevo bajo en Cardenal Quevedo. Allí siguen
funcionando y creo que muy bien. Sigue siendo una librería puntera en Orense.
Cedo la palabra al profesor Alonso Montero amigo entrañable de Carlos que os hablará de Tanco y de su actividad política en aquellos momentos tan difíciles y emocionantes, donde eramos observados y vigilados desde el Gobierno militar que teníamos enfrente.
Casualmente el cuartel de los grises estaba situado en los bajos de nuestra casa, o sea vigilados en todo momento. Menos mal que eran los estertores del Régimen y nunca pasó nada importante.
Como anécdota contaré que en una ocasión se recibió la visita del Gobernador Civil que preguntó por unos libros de Ruedo Ibérico y mi hermana le dijo “Bueno supongo que será Vd. de confianza, puede pasar a la trastienda”. Pasó y no ocurrió nada.
Muchas gracias por la atención prestada, Cedo la palabra a mis compañeros de mesa.